Gerónimo estaba en su despacho cuando vio una carta de un perfume de lavanda
cuando la abrió, leyó lo siguiente : "Querido Gerónimo iré a visitarte el miércoles por la mañana", y Gerónimo dijo: "si es hoy" y de repente se abrió la puerta y entro tía Lupa. Pero la carta no solo se la mandó a Gerónimo sino a todos los sobrinos. "Verás cuando partamos a por el tesoro" - dijo tía Lupa. Verás a Gerónimo que mal lo va a pasar en el barco. A mí me ha encantado, si lo queréis pedídmelo.