Cuando era de día, el circo estaba en
aquel sitio. Lo habían puesto a las fueras del pueblo al lado de la
chatarrería y el barranco del ahogado.
La carpa era pequeña y no
tenía mucho color. Las carretas y las caravanas las utilizaban como
almacén, habitación y jaula de bestias.
Salió de la carpa, después
de que amaneciera, una corta comitiva para presentarse. Había tres personas. Dos estaban montados en triciclos. El primero era un payaso que
tenía la cara de enfadado y tenebrosa. Llevaba una bocina que sonaba
muy mal. El segundo era un enano con sombrero de copa, que no dejaba
que se le vieran los ojos y también llevaba un largo bigote. La
tercera llevaba un paraguas que daba mala suerte y también tenía
una cara muy tenebrosa.
Recorrieron el mercado y el colegio. Aparcaron
en la plaza de la fuente. El payaso puso carteles entre los árboles.
La funambulista, la tercera que salió en la comitiva del circo, hacía equilibrio en el borde de la
fuente. El enano hacía dibujos con tizas en el banco. Tras colocar
los carteles, los tres se fueron de nuevo al circo. En la mañana
siguiente, los tres del circo se dedicaron a despertar a todo el
pueblo. Mateo, un niño del pueblo, los vio y se ilusionó con el
circo.
Pero el niño se ilusionó demasiado,
porque el circo no iba a ser lo que parecía.
¿Serán malos los del circo? ¿Qué cosas harán en la ciudad?
Este libro es muy misterioso y tiene unos dibujos muy buenos, por eso lo recomiendo.
Tipo: misterio.