Un diecinueve de septiembre. El cerebro de una persona normal pesa menos de kilo y medio, en cambio, para Ambrosio Bermudez, el médico, su cerebro le pesaba cuatro kilos y medio o más. Pues claro, cuando era pequeño sacaba sobresalientes más que sobresalientes y tenía mucha fama en la ciudad. Un día el personaje que no tenía nombre quedó con Arístoles que es lo mismo que Ambrosio y le dijo que su cerebro también era grande y le hizo muchas preguntas. Si queréis saber el tipo de preguntas que les hizo está en el libro La pandilla del gato encerrado, en el colegio.