Un día, Marta se despierta y piensa que es la hora de ir al colegio, pero no era eso lo que la había despertado. Miró a la ventana y era el diluvio del año, llovia como nunca. Marta se asustó un poco y bajó a desayunar. Su madre la esperaba, tenía el desayuno preparado, Marta desayunó y su madre la llevó a la escuela. Ahí se encontró con sus compañeros y estaba más tranquila.
Beatriz y Antón saludaron a Marta y también saludaron a la profesora, entró en la clase. Cuando de repente, se siente como un terrible terremoto, la clase se puso todo patas arriba, la profesora Gutierres gritó que todos se metisen debajo de la mesa. Marta fue corriendo a ver lo que pasaba, cuando miró, todo el colegio estaba flotando, parecía un barco en el pleno mar.
Al día siguiente, tuvieron que acampar con colchonetas del gimnasio, todo el mundo se peleaba por coger uno. El director Rafa fue a la clase vestido como un completo pirata, todos se quedaron mirándole con una cara muy rara, al momento todos los trapos se pusieron en la cabeza de todos los alumnos convirténdose en un barco pirata.
En la ventana se veía algo de lejos, era el helicóptero de los bomberos, venían a salvarlos pero no podían porque había mucho viento, les salvarían cuando se calmara el viento.
Marta regalaba sombrritos de pirata hechos de papel para que pareciesen piratas, la profesora Gutierrez decía que como estaban atrapados aprovecharían y darían clase por la mañana y por la tarde, los alumnos decían que nanai de la china...
¿ Les rescatarán los bomberos? ¿ Estudiarán por la tarde también?
¿ Volverán todos sanos y salvos? ¿ Les dolerá la espalda de estar en los colchones?
Si lo queréis pedídmelo, es de aventura.
