Era una brumosa mañana de noviembre. A las nueve en punto salí de casa en dirección a mi oficina. El charcutero me saludó
-que peste ¿eh, Geronimo?. El charcutero dijo
-Creo que esa peste es de gorgonzola podrido...
la tintorera - Yo creo que esa peste es calcetines apestosos.
el taxista sacudio la cabeza:Yo creo que esa peste es de pipi de gato. Cada uno decia cosas diferentes, los unicos contentos con aquella peste eran los vendedores de pinzas para tender la ropa, que se estaban forrando. Durante los días siguientes la peste aumento y se expandio a zonas de la ciudad: estación ferroviaria, el mercado, el estadio de fútbol... en los barrios la gente empezo a vender sus casas a precios mas bajos y quien compraba los pisos era... Si lo quereis saber pedidmelo, a mi me a gustado mucho porque es de intriga.