El primer día de Navidad, Geronimo Stilton corrió a la ventana a ver como nevaba, la alegría le corría por la sangre.
Faltaba poco para la cena de Navidad
con su familia. Al final llego el día, quesos de bola de todo tipo, a Gerónimo se le caía la baba. ¡Qué noche tan increíble le esperaba!
Recogió más de mil quesos de bola, aventuras con su sobrino Benjamín...
Si lo queréis, pedídmelo, es de humor y aventura.