El secreto de la esfinge

 

Era invierno, Ratonia estaba paralizada por la nieve y Gerónimo estaba en la cama con un chocolate caliente. Llegó Trampita, luego vino Patty, con su moto de nieve, aparcó muy rápido y puso a Gerónimo lleno de nieve. Un muñeco de nieve que había al lado empezó a hablar y todos se asustaron, era el profesor Voltio que había colocado un transmisor en el muñeco de nieve. Le dijo que vinieran rápidamente allí. Le dijo que su aparato que detectaba los viajes en el tiempo estaba alterado y eso significaba que los gatos piratas habían viajado en el tiempo para hacerse famosos. Así que se montaron en la máquina del tiempo y se fueron al viejo Egipto. Mientras tanto los gatos piratas fueron a la casa del faraón haciéndose pasar por enviados de la diosa Bastet, para que la esfinge tuviera cara de gato. Gerónimo fue a una construcción de una pirámide donde se soltó una piedra y aplastó a Gerónimo, el arquitecto le invitó a su casa y al día siguiente fueron a casa del faraón. El faraón le nombró escriba a Gerónimo, escribió los planos de la pirámide bien pero los gatos piratas le dijieron que como no le pusiera a la esfinge cara de gato Bastet lo destruiría. El faraón cambió los planos y Gerónimo dijo que no eran los planos que había escrito. Entonces pensaron que había insultado a la diosa Bastet y lo encerraron. Si queréis saber el final pedídmelo.