jueves, 23 de mayo de 2013

El hijo de Asterix

Era un día tranquilo en la aldea de Armónica como todos los días Astérix y Obelix le levantaron temprano. Pero cuando Astérix fue ha abrir la puerta se encontró un bebé.
Él creía que era una broma, pero no. Astérix estaba muy nervioso y aún lo estuvo más cuando  Obelix dijo que ese bebé lo había  traído la cigüeña. Los demás habitantes de la aldea no tardaron en darse cuenta. 
Astérix y Obelix no sabían nada sobre bebés, y cuando Obelix le dio el biberón el bebé, empezó a tener mucha fuerza. Cuando se dieron cuenta de que en realidad le habían dado poción mágica era ya demasiado tarde.

Entonces nuestros amigos decidieron investigar sobre la madre del niño y al ver que la manta y la ropa buena que llevaba era de muy buena calidad, decidieron hacer una visita a sus "amigos" romanos.
Al cruzar la franja romana se escucho una voz romana dando la bienvenida.
Era Julio Espinadecactus un prefecto romano, les dijo que de cual pueblo romano eran y ellos le dijeron que pertenecían al único pueblo que no estaba invadido por los romanos. Él se cabreó mucho y dijo que no tardaría nada en conquistarla... ¡pero Astérix tomo un sorbo de la poción y se le quitaron las ganas! 

Fueron a otros asentamientos romanos pero en ninguno de ellos hubo suerte.
Mientras en el palacio, Brutus hijo del Cesar, hablaba con Espinadecactus sobre el bebe. Él parecía conocerlo porque dijo que quería tener a un niño costase lo que costase.

Si queréis saber como acaba está en la biblioteca a mí me ha gustado mucho es divertido y muy gracioso.