Nunca bromees con un samurái

Todo empezó en una noche de finales de enero, Bat Pat y la familia Silver estaban cenando cuando Martín dijo, ¨ he ganado el campeonato nacional de karate ¨ .Todos lo felicitaron, la señora Silver le dijo que le iban a dar un premio, el contestó que ya se lo habían dado y dejó un sobre en la mesa. Era un vuelo y la inscripción para la final internacional que se celebrará en Kanazawa, "Entonces no se hable más, iremos todos a Kanazawa" - interrumpió el señor Silver. Pasó febrero y Rebeca hizo todos los trámites, cuando llegaron al hostal Hagakure había dos hombres que los recibieron, eran totalmente diferentes, uno era delgado y severo y otro gordo y sonriente. Cuando comieron Bunzo, el hombre que siempre estaba sonriendo, les contó que faltaban dos semanas para que florecieran los cerezos, Leo se entusiasmó mucho pero Rebeca le dijo que en quince días ya estaban en casa Bunzo le dijo que hay un cerezo que florece dos semanas antes, aunque si deja de florecer el espíritu del samurái que murió junto al cerezo volvería para vengarse de algo. Se fueron a dormir y Bat oyó ruidos en la cocina entró y vió el espíritus del samurái. Por la mañana se lo contó a los hermanos Silver, fueron a ver el cerezo y no había florecido todos se quedaron impresionados, todo el mundo lo contaba, hasta podía que el torneo de karate de Martín no se celebrara, todos estaban preocupados. ¿Qué pasaría? Si lo queréis lo podéis encontrar en la biblioteca.