-¿Quieres
que vayamos a ver a tu padre?
Y
la niña le respondió:
-Sí, porque
hace mucho tiempo que no le vemos
-Pero
será un viaje muy largo y tienes que portarte bien.-dijo su madre,
Isabel
asintió.
Dos días después, Isabel y a su madre ya estaban en África, y decidieron dejar las maletas e ir a dar un paseo. Allí todo era muy bonito, tan bonito que Isabel vio una flor y fue a cogerla sin el permiso de su madre, y al darse la vuelta, su madre ya no estaba.
Dos días después, Isabel y a su madre ya estaban en África, y decidieron dejar las maletas e ir a dar un paseo. Allí todo era muy bonito, tan bonito que Isabel vio una flor y fue a cogerla sin el permiso de su madre, y al darse la vuelta, su madre ya no estaba.

En
el camino, la niña le contó que en su país había mucha escasez de
agua y había personas que morían por esta razón.
Puso
cara preocupada y dijo:
-Mientras, en
tu país y otros lugares del mundo, las personas desperdician el agua
sin preguntarse antes, dejan los grifos abiertos cuando aquí nos
podemos lavarnos si nos apetece y tiran el agua de muchas maneras.
Isabel,
anonadada le dijo a la niña decidida:
-Te
prometo que jamás volveré a desperdiciar el agua pues, he descubierto
que es muy importante, por cierto, ¿Como te llamas?
- Nala.-respondió
la niña.

Después, llegaron a la casa e Irene le contó a su madre lo sucedido. Esta se mostró enfadada, pero después invitó a la niña a pasar y a beber agua.
Desde aquel día Isabel no ha dejado de ahorrar agua y pedirle a sus amigos y amigas que hagan igual.
Muy bien escrito y muy bonito. Un repasillo y listo.
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